En el aire
tibia brisa
de verano
susurrando
En nubes
púrpuras
rozando
el cielo
rozando
el mar
rozando
tu piel
dorada
En mi café
de la mañana
en el té
de la tarde
en el bostezo
que le sigue
En mis brazos
de hojas secas
En mis labios
esperando tu beso
En mi piel
que no calla
que te ama
En mi
porque sin ti
me pierdo
en los pasillos
de mis huesos
En los demonios
que despiertas
con tu aliento
En las ninfas
que sublevas
con la mirada
En los ángeles
que conmueves
con caricias
En lo que soy
en lo que hago
en lo que pienso
te
busco
y
no
te
encuentro
una estrella
deja de brillar
la chicharra
enmudece
y mi voz...
ahoga sus penas
dentro un mar de cristal
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