Comenzó alguna noche de verano cuando la luna parió una felina desbordante de curiosidad. Sin creer en tabúes ni en límites se lanzó a la aventura que le ofrecía una selva de letras y hojas, plumas y aves sin pico que la invitaban a adentrarse y no salir jamas.
Sunday, June 21, 2009
Aún
Arden las huellas del deseo perenne de saber que tu corazón aún late
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